Luego
de haber cumplido 60 años de escribir su primer libro sobre este tema le
hicieron esta pregunta al padre de esta disciplina Peter Drucker. Nacido en
Austria en 1909 y fallecido en Estados Unidos en 2005. Catalogado como "el
pensador" sobre Management más importante e influyente del mundo.
A ello manifestó que ha habido 4 cambios más significativos.
Sobre ellos haremos referencia como consultor y académico.
PRIMERO. El final de la ortodoxia en el principio del Management
como una forma de organizar y dirigir personas.
La teoría del francés Henry Fayol a principio del siglo XX de que había solamente “ un tipo de organización correcta “ no resulta útil. Y esto creo que es válido también cuando queremos tomar ejemplos “ a las personas correctas “ dentro de una organización o en la sociedad misma. Finalmente este paradigma ha cambiado porque está comprobado que no hay “una receta” que nos lleve a todas las organizaciones con las que trabajamos a lograr iguales resultados. Con ello no estamos negando la importancia de un marco o modelo de trabajo, que por cierto, los consultores y académicos, utilizamos para poder ordenar, organizar y medir los resultados de las actividades que llevamos a cabo. Pero vemos que efectivamente lo que ciertas herramientas para una organización le son muy útiles, para otras no le funcionan tan bien. Cada organización, así como cada persona en ella y en la sociedad, debe ir tomando lo mejor de cada experiencia, propia y ajena, y a través de un proceso autocrítico ir buscando las mejores prácticas que lo lleven a lograr mejores resultados.
SEGUNDO. El cambio del centro de gravedad en la ecuación de las “tecnologías de la información”, con un mayor peso de la T de tecnologías trasladándose a la I de información. Se ha hablado mucho a finales del siglo pasado cuando surgieron las TIC y a principios de este, sobre la importancia del desarrollo tecnológico en cuanto a equipos, técnicas, software, velocidad de conexión, etc. Y no decimos que esto no siga siendo relevante, pero el cambio está en el acento del nuevo concepto. La nueva revolución no está en la tecnología sino en la información que podemos generar y principalmente utilizar para el logro de los objetivos organizacionales. Es y será un activo mucho mayor que los edificios y otros activos que sustentan nuestras compañías. Si vemos solamente lo que podemos trabajar y satisfacer a los clientes a lo largo de todo su ciclo de vida tratando de comprender sus necesidades y comportamientos para poder ofrecerles el producto que más se adecuan a ellos. Eso constituye un valor cuantitativo y cualitativo sin precedentes. Claro que el elemento esencial es el trabajo con las bases de datos que se vayan generando y como irlas clasificando para un mayor aprovechamiento. Estamos pasando de campañas de marketing digital masivas a campañas personalizadas y de comunicaciones por canales más exclusivos.
TERCERO. El retorno a tiempos de turbulencia “casuales”. Expliquemos el concepto. La estabilidad duradera, ya es casi una excepción en la historia. Aquello para toda la vida ya casi no existe en ningún plano. Afortunadamente algunas cosas todavía quedan. El mundo de la incertidumbre y la turbulencia a llegado para quedarse y sólo tendremos cada vez menos espacios con calma. Hace 25 años cuando tomaba los primeros cursos en estos temas de formación directiva en la Federación Médica del Interior, en Uruguay, el Dr. Omar Rompani, cirujano que había estado un tiempo en Estados Unidos estudiando sobre Planeación Estratégica, nos brindo un seminario que se titulaba “ ¿ Cómo planificar en terreno incierto ? “. Lo recuerdo con mucho cariño porque era algo nuevo, precisamente lo casual era la turbulencia. Ahora es al revés. Lo casual es la estabilidad.
CUARTO. Entender que las áreas de crecimiento del nuevo siglo en los países desarrollados no están ligadas al mundo empresarial sino a otras como lo son los Gobiernos, las profesiones liberales, la salud, la educación, entre otras. Y ahora en estos tiempos de pandemias vaya si estamos viendo cambios de todo tipo en la salud y en la educación. Con el fin de paradigmas en cuanto a la salud y la enfermedad, así como a generar nuevos conocimientos a partir de lo que ha sido el confinamiento y el distanciamiento físico y social. Estas áreas serán las más prometedoras para los próximos años ya que no solamente se ocupan de que las organizaciones y las personas vivan mejor, sino de una manera sustentable. La industria social sin ánimo de lucro será una de las que más crezcan y se desarrollen.
Para realizar un comentario o consulta
lo puede hacer a alvaroe.rector@ifigess.com
